Gerenciar la pyme durante la pandemia

Si usted considera que su empresa se encuentra más o menos de vacaciones y que así va a quedar hasta que la cuarentena termine, deje de leer estas líneas ya que lo que sigue no es para usted.

Estamos atravesando unas circunstancias inéditas que son de nivel planetario. Muchos empresarios, ejecutivos, empleados seguramente padecen temor y la situación provoca parálisis, pero también están quienes logran implantar entre su gente la visión de su empresa volviendo a la actividad.

¿Cómo va a estar su pyme cuando todo esto termine? ¿En igual situación? ¿Peor? ¿No hay tarea positiva para hacer durante esta etapa?

El qué y el cómo

En mi artículo anterior (si usted es el que aún no lo leyó -quedan pocos – puede hacerlo desde aquí), desarrollé un racconto de las tareas que están en marcha en muchas pymes y otras buenas recomendaciones de mi parte, a saber: completar información faltante de inteligencia y calificación de clientes, capacitarse técnica y conceptualmente, buscar nuevos proveedores, evaluar nuevos software, o bien hacer la lista de cambios necesarios, etc..

Pero no solo se trata de describir las tareas, hay que encontrar en estas circunstancias las formas, los modos de implementarlas con éxito.

Un colega me decía hace muchos años que tener una buena idea es genial, pero debe diseñarse como un procedimiento estructurado y luego debe ponerse en práctica con una buena estrategia de implementación. La idea puede ser interesante, la planificación puede describir bien las acciones, procedimientos y herramientas, pero si se implementa mal se va todo al demonio.

Qué hacen las pymes

Tomé contacto en la primer semana de abril con al menos 15 empresarios pymes pertenecientes a empresas que van de 8 a 95 empleados, son importadores y fabricantes que se dedican al B2B, en la mayoría de sus casos sus clientes son industriales. El objeto de mi comunicación fue saber cómo están resolviendo la conducción general de la empresa o de su área específica.

Me dijeron que nadie está produciendo, salvo por una situación de emergencia para abastecer productos o servicios técnicos a empresas denominadas en estos momentos como esenciales.

Les pregunté cómo se organizan y mencionaron grupos de whatsapp, reuniones con las conocidas herramientas de videoconferencias (Skype, Meet, HangOut, Zoom…), las llamadas por celular y los emails. Muy pocos, dos o tres, mencionaron rutinas establecidas, como los encuentros virtuales de las 9 de mañana entre los empleados de algún sector de la empresa y luego una reunión de cierre de la jornada a las 16 o 17 hs. Otros, la gran mayoría, se activan desde la aparición de una demanda, por ejemplo: cuando un cliente los llama o bien llega un email solicitando servicios. Otro evento que dispara una respuesta es cuando arriban los plazos para actuar en una importación, cobros o tareas impositivas.

Algunos crearon grupos de empleados de comunicación vertical. Esto significa que se informa o se brindan consignas pero no se interactúa. Lo vi en empresas con dotaciones de más de 30 empleados. Observé buenas ideas como el armado de grupo de crisis para atender el momento y en el que participan unos pocos ejecutivos de diferentes áreas.

En las empresas más pequeñas, de menos de 30 empleados, fue común escuchar que durante la semana prácticamente toman contacto con todos sus miembros. Aunque en el total de las empresas muy pocos incluyen a los rangos más operativos o de producción, a veces por limitaciones tecnológicas.

Liderar en tiempos de «cólera»

Lo que fue difícil encontrar es la utilización de objetivos en la asignación de tareas. Casi nadie me pudo mencionar que para tal o cual tarea se espera un resultado en tantos días. Y eso, a mi entender, no está del todo bien.

Cuando conducimos, lideramos personal, por lo tanto debemos dejar en claro el propósito de una tarea, debemos conseguir de cada uno de los subalternos que entienda el logro que es necesario alcanzar y comprometerse. Por ejemplo, algunos clientes mencionaron que aprovecharían la cuarentena para retomar contacto con clientes que han perdido y no saben muy bien las causas. Armaron una lista y distribuyen diariamente una cantidad de contactos a llamar. Parece una buena idea, pero le falta algo que le dé más fuerza a la tarea, más garantía, y eso se logra cuando en el grupo se define una meta y para un lapso determinado de tiempo. Esta meta debe ser asumida como equipo y luego por cada uno de sus integrantes en forma de cuota parte. Pregunta al empleado…¿cuál va ser tu aporte a la empresa cuando termine la cuarentena?

Creer en los milagros

No les va a resultar fácil a las empresas, o mejor dicho al CEO de la compañía, cambiar sus formas de liderazgo durante la cuarentena. Es muy probable que continúe su estilo, su esquema mental para decidir, funcionando como hasta ahora lo había hecho. Claro que esto podría no tener consecuencias si mañana mismo todo volviese a la normalidad, pero esto no parece ser así.

Incluso aunque se decretara prontamente la terminación de la cuarentena, la habilitación de los negocios se hará parcialmente, incluso ya en plena libertad de acción, las modalidades de relacionarnos con proveedores y clientes va a cambiar definitivamente. Habrá que liderar un cambio en las nuevas formas de trabajo o bien desaparecer de a poco. Hay que cambiar la estrategia, hay que cambiar las formas de tomar decisiones.

Conclusiones

Tal vez en la pyme el CEO y sus gerentes tengan una lista de tareas que están encarando y van a realizar a futuro. Pero la diferencia en cuanto a resultados radicará en como conducen ese proceso de manera remota, como ejercen el liderazgo, cuan creativos, eficientes y eficaces logran ser.

Las empresas pymes de tecnología que he contactado demostraron que tienen aceitada la comunicación con el afuera (mercado) y el adentro (colaboradores) pero muchas trabajan a demanda de lo que sus clientes les solicitan. Me sobran los dedos de la mano para identificar quienes han planificado objetivos y se han organizado para la coyuntura.

Las pérdidas en el 2020 para las pymes sobrevivientes podrán rondar entre el 20% y el 30% de sus ingresos, y para colmo no podrán hacer lo mismo de siempre si quieren volver a crecer, porque nuevas formas comenzarán a regir. No queda otra que hacer una nueva lectura del entorno y liderar con inteligencia los nuevos desafíos en la empresa.

¿Te puedo ayudar?


Simón Lutvak

Dedicado al desarrollo, ajuste y fortalecimiento de la estrategia del negocio y al diseño e implementación de las mejores prácticas comerciales. Cuenta con más de 25 años dedicados a PYMEs de la Argentina y la región.

10 comentarios

Hugo · 7 abril, 2020 a las 11:25

Acertado planteo. En una crisis tan profunda y sobre todo novedosa, la paralisis es la peor opción, seguida de cerca por la creencia a que lo que viene después de la cuarentena es igual a lo que había antes de ella.

    Simón Lutvak · 7 abril, 2020 a las 14:33

    Gracias Hugo por comentar. Destacás muy bien esa reacción o mala conducta como la parálisis y la ingenuidad de que todo seguirá igual.

Carlos Vazquez · 7 abril, 2020 a las 13:33

Muy buen artículo, es evidente que nada va a ser como antes, y es necesario aprovechar el tiempo para estar preparados de la mejor manera posible para afrontar los desafíos que vienen

    Simón Lutvak · 7 abril, 2020 a las 14:29

    Así es Carlos. Gracias por comentar.

    Andrés · 10 abril, 2020 a las 14:37

    Muy buen artículo,que prácticamente demuestra el suicidio de quedarse de brazos cruzados.Es obvio inferir más allá de tus aportes, o precisamente a causa de los mismos ,el pobre destino de las empresas que no se pongan en movimiento .No sólo en el ahora,sino en el esperado día después.Habrán dado un handicap demasiado grande y a pesar de tu alusión inicial en el sentido que el artículo no es para ellas,son obviamente quienes más deberían hacerlo.Te felicito.Un texto valioso por demás!

      Simón Lutvak · 10 abril, 2020 a las 15:01

      Gracias Andrés por participar en el Blog y por los elogios. Efectivamente quienes mantengan integrada y motivados de alguna forma a sus empleados/as estarán mejor preparados para atender la actualidad que nos toca vivir y para lo que se venga.

Roberto Salazar · 9 abril, 2020 a las 14:31

Excelente artículo Simón!. Mucho de lo aquí expuesto lo estamos aplicando y de lo que no hemos aplicado, hemos tomado debida nota. Muy interesante la reunión virtual de apertura y cierre de la jornada. Tomo la idea.

    Simón Lutvak · 9 abril, 2020 a las 15:10

    Gracias Roberto por comentar. Me alegro una vez más seguir sumando ideas y conceptos. Seguimos en contacto.

Gabriel Perazzo · 15 abril, 2020 a las 09:10

Muy buen articulo, lo que más me marca es que desde hoy en adelante las cosas no van a ser iguales por lo que los métodos tampoco. Si bien uno puede entender del cambio para un mejor liderazgo también hay que pensar en la estrategia a usar para que la fuerza de ventas también cambie la mirada respecto a los clientes. Habrá que trabajar en ellos.
Saludos

    Simón Lutvak · 15 abril, 2020 a las 12:19

    Buen punto Gabriel. Primero definir que es lo que se quiere lograr, luego definir la estrategia y ser eficaces para implementarla. Habrá que experimentar.

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